Huaraz, Lunes 21 de mayo de 2012
En vísperas de la próxima inauguración del Centro Cultural Municipal en la ciudad (en adelante CCM), quería hacer una serie de comentarios y sugerencias al respecto.
VER VIDEO: http://www.youtube.com/watch?v=_KGEb8Tcgqs
En primer lugar, felicitar a todos los actores de la gestión municipal anterior de Lombardo Mautino y a la actual de Vladimir Meza por este proyecto que sin lugar a dudas genera nuevos espacios de formación y difusión de las actividades culturales locales y foráneas. En forma especial a Gíber Garcia Alamo quién ha estado a cargo de la muy difícil tarea de implementar el centro cultural en un entorno político de enormes retos.
En segundo lugar, quería hacer una serie de sugerencias que creo aportarían a la sostenibilidad del CCM. Estas sugerencias surgen principalmente de mi interés personal y profesional en representación de VASOS COMUNICANTES de apoyar a los diferentes actores culturales de la provincia de Huaraz.
Pero, antes de hacer las sugerencias creo pertinente desarrollar algunos conceptos para contextualizar bien los aportes a realizar… Lo primero que hay que definir es el término de actor cultural. Un actor cultural vendría a ser una persona natural, un colectivo o agrupación de personas, o una asociación o institución cuyas acciones se vinculan a la creación, reproducción, promoción, difusión, exhibición, conservación, comercialización y/o distribución de prácticas o productos culturales, tangibles o intangibles. En Huaraz existe una buena cantidad de actores culturales que incluye por ejemplo a las diferentes agrupaciones de artesanos, a los grupos de teatro y danza, a los estudiantes y profesionales de arqueología, como también a los círculos de literatura, a la Academia Regional de Lengua Quechua y los distintos conjuntos musicales, entre muchos otros actores. Hay actores directos, como los mencionados anteriormente, como también indirectos como por ejemplo el trabajo que realizan los profesores de educación primaria o secundaria en sus respectivas instituciones.
Es importante empezar con lo anterior porque el proyecto de CONSTRUCCIÓN DEL CENTRO CULTURAL MUNICIPAL DE HUARAZ se planteó a nivel del Sistema Nacional de Inversión Pública – SNIP para solucionar el siguiente problema:
«BAJO ACERCAMIENTO E INTERACCIÓN DE LA SOCIEDAD A TRAVÉS DEL ARTE Y LA CULTURA EN LA CIUDAD DE HUARAZ
Sus causas directas son:
– Limitados espacios urbanos para la difusión de arte y cultura
– Restringido acceso al patrimonio documental bibliográfico de la ciudad
– Baja promoción y difusión de las manifestaciones artísticas y culturales
Los efectos directos son:
– Baja sensibilidad artística de la población
– Bajo nivel cultural de la población
– Pérdida de la identidad local
El efecto último del problema identificado es:
Bajo nivel de desarrollo sociocultural de la provincia de Huaraz.»
Fuente: Ficha SNIP del Proyecto 12656
Ahora, es importante definir algunas cosas más como ‘cultura’ y ‘desarrollo cultural’.
La cultura es el conjunto de valores, actitudes y comportamientos que comparte un grupo de personas en un determinado tiempo y espacio. La cultura es dinámica y los cambios culturales pueden venir tanto de adentro como de afuera del grupo. La cultura puede dividirse teóricamente en tres dimensiones: la simbólica (valores, símbolos, arquetipos, mitos, espiritualidad, religión), la social (patrones de organización familiar y de soporte comunitario, sistemas políticos para la toma de decisiones, rituales, maneras de resolver conflictos) y la tecnológica (capacidades, especialidades, tecnología material -herramientas, instrumentos, equipos y máquinas-, agricultura, arquitectura). La suma de las dimensiones anteriores -que en realidad se superponen y entremezclan- forman el capital cultural de una sociedad.
Es preciso ahora definir el concepto ‘capital cultural’ ya que se vincula con el de ‘desarrollo cultural’. Cuando se tiene una política de desarrollo cultural el objetivo es el de incrementar el capital cultural.
El capital cultural de una sociedad es algo que puede ser evaluado tanto cualitativamente como cuantitativamente y la mejor manera de hacerlo es desde la misma sociedad que es evaluada. Al medir el capital cultural de una sociedad desde otra sociedad que no tome en cuenta la perspectiva local, por lo general se llegará a errores en el levantamiento y análisis de la información como en la elaboración de resultados y conclusiones. Esto es muy frecuente hoy en día cuando desde una cultura A (por decir, anglosajona de EEUU) se realizan estudios sobre una cultura B (por decir, quechua de Yungay) o cuando una persona A realiza una investigación a un grupo de personas B. Puede parecer algo imposible de hacer pero existen diversas metodologías que pueden utilizar los representantes de la cultura A para entenderse con la cultura B y así evitar la influencia de los prejuicios. Vale la pena siempre mencionar que ninguna cultura es superior a otra ni ninguna cultura es perfecta y sin posibilidades de mejora.
¿Cómo medir el capital cultural de una sociedad? Una forma sería identificar primero las características culturales de la sociedad (por ejemplo, calidad en la educación), de una manera inclusiva, participativa, definiendo lugar y tiempo. Luego habría que identificar cuales de esas características son más importantes, asignarles un peso, analizar cuáles son las más importantes, decidir cuál mejorar, hacer un plan de actividades e implementarlo. Es una forma, hay muchas formas como literatura al respecto. La medición del capital cultural no sólo se aplicar a una sociedad sino que también es aplicable en un sistema cerrado como lo es una empresa. Una empresa que logrado una certificación ambiental, de calidad, de responsabilidad social o seguridad industrial, obviamente tendrá más capital cultural positivo en esos temas que una empresa no maneja esos temas.
Retomando, el desarrollo cultural vendría ha ser entonces el conjunto de políticas y prácticas que se hacen y pueden hacerse en una sociedad para mejorar ese conjunto de valores, actitudes y comportamientos que comparten sus miembros. Los cambios culturales pueden requerir algo más de tiempo que la puesta en escena de una obra de teatro, la construcción de un museo o la vida útil de una carretera. Hace 15 años muy pocas personas usaban cinturón de seguridad en Perú y hoy en día casi la totalidad de los conductores lo utilizan. Lo anterior es un claro ejemplo de cambio cultural: una mejora en el comportamiento colectivo de una sociedad resultado de una política pública con una fuerte dimensión cultural.
¿Es posible reducir la corrupción sistémica en nuestras sociedades? ¿Incrementar la solidaridad al interior de un grupo cultural y también entre diferentes culturales? ¿Consumir responsablemente productos que no atenten contra la integridad de otras sociedades y de otras especies en el planeta? Claro que si, y es necesario. La gestión cultural para el desarrollo sostenible se ocupa de lo anterior. Y al igual que para la gestión de productos culturales, se requiere organizar, planificar, controlar, liderar, etc.
Siendo el CCM de Huaraz una organización creada a partir de recursos públicos, es decir de todos, es entonces de interés que la política cultural del centro se encuentre definida de una manera inclusiva y participativa. Inclusiva porque debe incluir a todos los actores, no se quiere dejar a ningún actor afuera de la gestión cultural del gobierno local. Participativa porque de esta manera se garantizará el diálogo abierto con todos los interesados. Esto último es crítico ya que si se define la política cultural de una organización pública por un grupo reducido y no por una buena parte de este diverso sector, no sólo no habrá legitimidad sino también que se creará un espacio para personalismos que no durarán mucho en el tiempo y atentarán contra la sostenibilidad del CCM. Es muy común el ‘borrón y cuenta nueva’ en la gestión pública ya que por lo general el representante nuevo llegó criticando a la gestión anterior. Es importante que las cosas que se hagan se hagan pensando en un horizonte de tiempo amplio.
Las sugerencias, en orden de implementación:
1. Formar una comisión de diseño e implementación del centro cultural (esta comisión ya está en funcionamiento tengo entendido).
2. Analizar las mejores prácticas en gestión de centros culturales municipales (ej. Centro Cultural Ricardo Palma de Miraflores en Lima) e independientes (Centro Guaman Poma de Ayala en Cusco).
3. Llevar a cabo un mapeo de actores culturales de la provincia de Huaraz. Esta actividad ya se ha llevado a cabo en Cusco y Arequipa.
4. Llevar a cabo un proceso participativo de definición de la política cultural de la provincia de Huaraz con todos los actores culturales interesados. En este proceso deberá definirse la misión, visión y estrategias, e identificarse claramente las necesidades culturales de actores y población en general respecto al CCM. De ser posible se deberá formar un comité de gestión conformado por algunos actores culturales, en forma similar al Comité de Gestión del Parque Nacional Huascarán.
5. Definido y analizado lo anterior, se deberá desarrollar un diseño organizacional para implementar la política cultural, definiendo detalladamente los perfiles adecuados para cada puesto. Los siguientes puestos a considerar, que podrían algunos ser llevados a cabo por una sola persona serían:
– Responsable General ante la municipalidad y la población
– Responsable Económico de contabilizar los ingresos y egresos
– Responsable Financiero de obtener los fondos necesarios a corto, mediano y largo plazo
– Responsable de Comunicaciones
– Responsable de Programación y Eventos
– Responsable de Mantenimiento (y Vigilancia)
– Responsable de Formación
– Responsable de la Biblioteca
6. Una acción o conjunto de acciones clave es el garantizar la sostenibilidad del centro. ¿Cómo se financiarán no sólo los puestos sino también los eventos? Esto debe ser claro.
Sobre el último punto, hay que observar que, de acuerdo al proyecto SNIP formulado, el CCM será sostenible en base a los ingresos por venta de entradas a los eventos, alquiler de espacios para talleres y alquiler de las tiendas del primer piso. ¿Este cálculo está hecho en base a la realidad de la provincia? Hay que analizar esto y reformular en caso sea necesario.
Finalmente, le deseo mucho éxito al Centro Cultural Municipal y espero, como todos, que se convierta en un lugar que promueva la actividad e identidad cultural, qué nos dé mucho orgullo y se convierta en un hito en el desarrollo de nuestra provincia.
Carlo Brescia
VASOS COMUNICANTES